Hace tiempo estaba indeciso, ahora ya no estoy tan seguro

Otro libro que me han dado esta semana, ya por el título me resulta interesante, y después de leer la descripción de la contraportada, me parece más interesante todavía.

De la contraportada

El profesor John Ringer recibe en su teléfono móvil un inesperado mensaje; «Llámame: H.» Su reacción instintiva le lleva a pensar en Helen, una antigua amante de la que sigue enamorado y a la que no ve desde hace años. Pero también podría tratarse de un texto extraviado, de un número equivocado, de un fragmento de la vida de otra persona que por azar se había colado en la suya. En ese caso no tendría ningún sentido buscarle una causa. Suele pasar, uno descubre ciertas coincidencias: que el nobel de literatura Thomas Mann escribió una novela que transcurría en un sanatorio de Suiza y que el nobel de física Shröndinger descubrió la regla fundamental de la mecánica cuántica en un sanatorio Suizo, y se imagina una relación secreta y trata de desentrañarla. Absurdo, ¿verdad?

Pero, ¿Y si fuera cierto? ¿Y si hubiera relación? ¿Y si alguien estuviera tratando de comunicarse con Ringer? ¿Y si se pudiera relacionar en una misma historia y de forma coherente las vidas de Thomas Mann, de Schrödinger, de Melville, de Schumann y de cualquiera de nosotros? La física cuántica nos da una oportunidad: bastaríá con que existieran infinitos universos paralelos para que todo pudiera estar conectado. Para que incluso dos versiones contradictorias de una mismo hecho pudieran ser reales. La única forma de saberlo pasa por construir una red de computadoras quántum capaces de crear una comunicación global instantánea. La contrapartida es que una máquina así podría destruir el universo. Andrew Curney, en la estela de los grandes revisores de la historia de la literatura y de las ideas como Borges o Calvino, nos propone un vertiginoso viaje que salta de la realidad a la ficción y de la física a la literatura con la habilidad y el humor característicos de su autor, que le han convertido en uno de los más originales y divertidos del panorama literario contemporáneo.

«Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.» (Jorge Luis Borges)<

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Desde luego, en un principio, por el título del libro este no me parecía muy interesante, pero después de leer la descripción de la contraportada, tengo la sensación de que pueda que me llegue a reír un rato leyéndolo.

De la contraportada

THERE ARE FEATURES OF THE HARRY POTTER’S WORLD that, though they are more understandable, still remain magical when one takes a scientific view. Invisibility cloaks may use clever stealh thechnology that is only being developed by Muggles. Broomsticks could switch off the tug of gravity, a feat that still seems incredible.

Giants, Lobalugs, Hinkypunks and the rest of the magical menagerie could be the result of genetic modification, a science in its infancy, while Bott’s beans could exploit new understanding of our sense of taste and smell.

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Hablando sobre MP3.com

Robertson was taking pains not to rip off the labels. He had the data to show that his system actually made money for them, since it encouraged people to listen to and buy more music. And if the industry heavyweights would bould on a system like this, they could have fantastic new ways to promeote new artits and deepen the connection fans had with performers they already adored.

What did those industry heavyweights do?

They sued.

Why «For one thing,» says Robertson, «they didn’t want to break their track record of suing every new music technology that’s ever come out. That’s a fifty-year tradition, maybe a hundredyear tradition.»

The Perfect Thing por Steven Levy

Otras citas de este libro en mi blog

• Cita (7 de Mayo del 2007)
• Libros que me han prestado: The Perfect Thing por Steven Levy

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